sábado, noviembre 10


TERAPIA DE SONIDOS

es que pensar que las nubes
sólo flotan en el cielo
es como suponer que las palabras
siempre tienen sentido o que dicen
aquello para lo cual fueron
fabricadas que al fin y al cabo
son como cuencos que
siguen sonando luego
de que uno las dijo y el otro
ya ni se acuerda qué
quisieron decir.                              

AROMOTERAPIA

yo te conozco y es por eso
que cuando te huelo así me calmo
con ese aroma a mueca torcida
con ese aire de ventana cerrada  
con ese perfume tan diferente
al que llevabas en la víspera.

REFLEXOLOGÍA

el cable invisible que unen
las causas con las consecuencias a veces se corta
pero nadie lo nota
hasta que se toca un punto
único
ancestral
que dispara una respuesta anómala
no te precupes
cuando dormimos mal
los reflejos amanecen con resaca.

domingo, octubre 28

lombriceando

al final de mis manos tengo dedos
sueltos son muchos no los cuento
ni los quiero contar porque si me llegara
a faltar uno tan sólo uno no podría
saber si fuiste vos que de tanto jugar
te lo dejaste olvidado en tu boca
o fui yo que lo solté en la tierra de maqui
mientras buscaba una lombriz

martes, septiembre 4

lo bueno de que los almacenes cierren tarde



con la bufanda suelta, puesta así nomás
como quien a esta altura del año no puede menos que desconfiar del invierno
entró, saludó y lo llamó por su nombre,
ese nombre que todos en el barrio conocen
preguntó por el resultado de la nacional
preguntó y dijo, a ver si alguna vez la suerte se digna a venir pa´milado
vamos, dijo él, vamos a ver si hoy es el día
(aunque en realidad del día sólo quedaba la sensación perdida de un lunes)
sostuvo unos papeles,
sopa de números, código secreto de suerte y providencia
acá, acá!
dijo, con una alegría que a ambos lados del mostrador sonó sincera
acá están tus tres sietes, dijo
ella apenas si dibujó esa mueca
esa mueca de cuando la alegría no sabe si reír o llorar
se vino, se vino, se vino pa´milado!
qué bueno, qué bueno, dijo y le recordó que a él esos números
siempre le cayeron en gracia
yo te dije! yo te dije que los sietes son cosa seria!
tantos años insistiendo,
como suponiendo que a fin de cuentas el destino siempre premia
o a los pobres o a los perseverantes,
vení, vení, vení que te doy el premio

pero algo no quiso ir

qué anda pasando?
mis tres sietes, mis tres sietes, el regalo pa´ minieto,
tantos años de quinielas bajo cero
no, dijo él, y la llamó por su nombre,
ese nombre que nadie en el barrio conoce
me fijé mal, habrá sido mi emoción o mi torpeza, no sé;
tus sietes fueron de la provincial
(como si la suerte fuera suerte cuando se tiene casi)

no importa, y se acomodó la bufanda
no importa, al menos fue un minuto de felicidad
que la verdá
con lo que está escaseando,  no es poca cosa

sonrieron juntos,
al final, te compraste un traje con dos pantalones
y se te rompió el saco

y volvieron a sonreír
juntos.

sábado, septiembre 1

postales de fin de agosto


esa planta que tanto queremos se enrosca
como mi mente
pero cómo será que a ella la riego con agua
y a mi mente con vino, pensamientos partidos
y broncas de antaño
así nada podrá crecer, le pregunto al agrónomo
pero no me contesta


él que me habla de trompos
de giros impensados
las plantas 
que al final
son como la mente
como  la mente que si se riega con el agua equivocada
también se brota
aunque hablar de un brote,
hablando de mente
es hablar de locura

que pierde el equilibrio
que pierde el horizonte
y a veces se marea, 
y marearse ya no es un juego

por qué será que cuando la locura abre los cajones
siempre encuentra el cuchillo?

sábado, junio 30

entrevistas


le preguntan una y otra vez
de lo mismo, de aquello
pero él responde de otra cosa, de eso que tiene guardado
contesta,
            pausado, sincero
            la vida me fue enseñando, pero además yo quise aprender
sentado en un sillón colorado le dice
a su garganta, qué paradoja que sea a su garganta
i need you mucho y juega con sus manos y
contesta,
            y dice que esa pregunta no la va a contestar y continúa
hablando de
            la memoria de las células que seguirán bailando
cuando no haya nadie a quien pedirle

help

lunes, junio 25

los astronautas


aunque el espacio donde los astronautas bailan  
sea un espacio donde no existe espacio para nada
porque mucho más que espacio -en tanto espacio-
es ciertamente nada -en tanto nada-
irrefutable es la paradoja del infinito donde
teniendo todo el espacio -en tanto lugar- del mundo
(y pensar que mundo llamamos apenas al nuestro)
no hay nada -en tanto vacío-, excepto nada,
aunque eso hay de sobra

los astronautas son, ante todo, esos trajes que llevan

los movimientos en cámara lenta
la primer pisada y la audiencia expectante
la esperanza de que lleguen salvos y sanos
¿a quién le importa, a fin de cuentas, si hay o no cuerpos dentro?


girando al compás del silencio absoluto
con atuendos gigantes, ahí van
 muñecos burdos flotantes

pero apenas consiguen simular un vals que ya nadie ve,
vals de astronautas, además

ya ningún niño sueña con ser astronauta cuando sea grande

pasaron más de cuarenta años
            (tanta modernidad y los trajes apenas si cambian)
y ya nadie los filma
y ya nadie los espera
y ya nadie cree en ellos

que en realidad no sea todo un juego de ficción

hombres extraños esos
hombres que deciden
escapar de este redondo giratorio humeante teatro
(ése que tantos creen el único)
y atravesar la nada escondidos en cápsulas que resisten
calor, frío, tiempo y espacio
hombres encapsulados
hombres disfrazados
hombres olvidados

los astronautas

sábado, junio 23

los bares y la gente


En ese orden precisamente llegan esta mañana,
los bares y la gente porque algo o varios algos tienen en común.
Uno llega, deja su bolso, dispone postura, mente y estómago
y la música, como un exabrupto, sale de debajo de las mesas
La música promedio, fuerte y espantosa de las radios híbridas que
suenan siempre en los bares promedio. Música o sonido o ruido o eso que ocupa el aire.
Melosa, con tres de azúcar. Odiosa, detestada incluso por quienes la, la, la
Hacen o la tocan o la. Esa música
que brota de debajo de las mesas. Como la gente,
con la cual a veces uno dispone oídos, tiempo y paciencia
Y al final de la línea sólo gritan, escalas mayores y menores de idioteces.
Se convierten al final en voces, que llegan débiles, sin argumentos.
Palabras que al final se gritan y se silencian y se vuelven al lugar
del cual nunca debería haber salido,

debajo de la mesa. 

ateísmo viral


silencio ruido silencio
constante hiriente penetrante
alarmas de la conciencia dormida
disfónica manera de convertirme en mi sombra
la medianoche y las campanas del destino
los vidrios empañados para ver de cerca
los cristales rayados para ver de lejos
por fin un paréntesis
aunque se abra y pronto se cierre
respiro aliviado como esperando que el alivio perdure
si al final siempre supe que un instante nunca fue más que un instante
los parásitos en el fondo del frasco
los monólogos interminables de media tarde
duermevelas entresueños pero siempre del lado de la vigilia
risas auxiliares licenciadas aturdidas profesionales ausentes
mis pocos argumentos para cambiar los botones
el tiempo de descuento para abrir las ventanas

y al fin, respirar.

viernes, mayo 25

Puerto Limón

me vino el recuerdo de aquel puerto de limones, 
las olas llegando casi hasta la calle,
el olor a comida frita, rápida y exótica
la sensación inigualable de haber llegado a Un lugar.
las artesanías caribeñas repetidas
local tras local. las ferias del mundo, al final son siempre
la misma feria.

frutos de mar, verduras de mar, carne de mar
surf,
europeos del norte con ray ban y americanos del sur preguntando
acá o allá
si llevando dos cocos juntos se paga menos que dos palmeras por separado
nuestro inglés arcaico, ay, si me viera miss Adriana
su pronunciación exacta, sobre todo cuando decía la palabra Brownie.

la callecitas del pueblo dibujando la noche
el calor del trópico y un desfile de ropa blanca
cuales túnicas, como si cierta magia del verano provocara
en el turista una inexplicable conversión religiosoestética.


primera noche, ansiedad de recién llegado, un cartel
colores de Marley, música de Marley
la intuición de haber dado en el centro de la pipa
una pregunta hecha en voz baja, tímida
una respuesta devuelta en forma de gesto, rutinaria
llegamos,
una habitación, de una casa, de una ciudad con puerto
nos sentaron en la cama
precio y mercancía, todo verde
elegimos la del medio, como diría la abuela Glady
ni muy tan, ni tan muy




nos fuimos riendo, 


esperando ser recibidos como héroes por la hazaña
ellas nos miraron y nos contaron de un vestido de colores
nos seguimos riendo,
con una bolsita que ni siquiera nos duró todo el viaje,
esquivando los títulos que iban cayendo
de la película que siempre soñamos actuar.

miércoles, mayo 23

pasan

pasan, corriendo, con el último suspiro
del asfalto, tu pulso agoniza, agoniza tu pulso
pasan, la noche o el amanecer
que en este punto del calendario son lo mismo
como el frío del alto y del bajo
como el hielo del asfalto gastado
como el olor a hueso frito

aceites hirviendo pero sin invasores
ingleses mirando pero sin ojos
llantos cayendo pero sin pañuelos
puertos flotando pero sin anclas

pasan, chillando, monocordes, blancas y urgentes
distantes, tan ajenas y tan propias
las ambulancias

martes, mayo 22

des poesía

ahí estabas, durmiendo
pálida, anémica y silente
como si todo el otoño se iluminara al verte
pero no, vos quieta y estática
con el eco guardado entre la piel y el aire

no sabía dónde buscarte, si existías aún
me preocupé, solté la botella al vacío
pero la distancia a las estrellas fue mucha
no pude esperar tanto,
meses luz
días luz
luz luz

esa ansiedad con forma de mirada dormida,
además, a quién le voy preguntar?
además, cómo lo preguntaría?
pongamos, alguien vio algo
blanco
quieto
ofendidamente quieto y blanco?

en algún lugar, alguien vio una hoja vacía?
des poseída
des poesía

ahí estabas

domingo, marzo 11

poesía para los niños del lago

cómo serán de infinitas sus razones
que me duele imaginarlos descalzos
tanteando, pisando como si fueran a dar
el último paso de la infancia

mirando todo desde el muelle blanco
gritando tanto pero el viento los calla
hacen, juegan y deshacen
como sonidos del aire

allá van los niños
acá vienen los hombres que ayer

fueron