domingo, diciembre 16

lección submarina número 16

en el centro de la mesa
de mi living
tengo un jarrón
donde flotan perlas baratas,
no perlas,
más bien resultan
caramelos
pétreos pedrosos perezosos
adornos coloridos para un agasajo
de la piel.
piel piedras.
mundo epé.
en jau la dos, ellos en el jarrón, yo en mi cama,
pienso que
el jarrón con sus cascabeles
debería vitorear junto a las flores de la primavera
la llegada del verano,
hacer sonar sus piedras
dar una nota y recibir un acorde
concebir una idea y parir un poema
pero sólo
se nutre del agua turbia
de alguna desarraigada
y pasajera
planta
del invierno,
ningún vegetal
yace en el jarrón ni en sus piedras
ni en el centro de la mesa,
estar fuera del centro resulta un descentro,
de qué ecosistema hablamos
cuando hablamos del ecosistema
del living en cuyo descentro hay
un jarrón vacío
excepto por el agua
excepto por las piedras
donde no flota ni planctom doméstico
ni subnada nada
lección submarina número dieciséis:
para ser buceador hará falta agua
mucha
tanta

recién

lo noté
bien claro,
lo noté
mal claro,
por un microsegundo vegetal
creí ver un brote.
pero no.
el jarrón
sigue vacío y
está bien así,
seco de plantas,
húmedo del resto,
como nosotros,
y nuestro sesenta parcial acuático,
como nosotros,
éstos que nos sentamos a ver crecer
un domingo
que no brota ni por putas

días torpes

es allá, por el lado del horizonte
donde el sol cívico
                               asoma
en los días torpes

para que los                                                     niños
corran por el espacio que dejan libre los         grandes
por las calles vacías 
por las veredas rellenas
                                         de fiebre

con el alma inmensa de vapor de agua
un dedo
de mi mano
de un brazo
de mi cuerpo

señala
la ventana ósea

                                  mirá si me vieras de aquel lado?
yo te podría saludar

un soldado de cualquier metal
al borde
              del precipicio del sexto piso y mis pies sin medias


los días torpes verán                                          dos lágrimas



una de tus ojos
una del reloj

sábado, diciembre 15

seven back

(hoy)
he vuelto
re vuelto

(dices)
me vuelvo
re vuelvo

(insisto, siempre insisto)
tan vuelto
un vuelto
me he vuelto

amaneciendo

su cara completa
queda en espera
puesto que todo
todo
es su sonrisa menguante
lleva un vestido
que azul en los hombros
celeste en su vientre
se decolara
y se desprende
capacapa
piel de la noche
hay pocos lunares blancos en tu cintura
para tantas piernas de ladrillos, ladrillos
donde descansan tus células inquietas
con luces pálidas
en los tobillos
minuto a minuto
luz a luz
irrumpen las aves polifónicas
propias de este instante
en el horizonte supuesto
me pisan
tus pies naranjas
tus pies amarillos

humanos generales

hay un serie de eventos que dieron
como resultado
a estos humanos generales

el principio de sus principios
principales
es un punto en el final de
tanta
rareza
exótica
humana

caminaban como siempre yendo y yo inventé
el yendismo
el sonido monocorde su sus tres saludos
capitales
cómo andan
sus cosas
hay vino
lloverá


una serie de eventos me hizo conocer
esta tribu de vacilantes complejos
me hizo parecer a estos
humanos generales

miércoles, diciembre 12

modelo acuático

agua azul, agua verde
agua de todas mis horas
húmeda reseca hierve
agua con sal, acuática y violenta
los ojos que miran caerla
saben siempre
que nunca saben nada
ni saben de eso que las vuelve verdes
ni sabrán de eso que las hizo azul
agua azul, agua verde
agua constante y pulsátil
retrae y asoma
tanto canta lo mismo
que, tanto, parece silencio
del mundo robó dos colores
agua azul, agua verde
cuánto mundo podrá caber en un planeta
que gira todo el tiempo
y mezcla todo
excepto dos colores

viernes, diciembre 7

hay un perro

hay un perro que ladra
afuera
a no mucho de aquí
sin silencio ni clamor ni dolor de perros
canta sus canciones nocturnas
un vecino lo oye
y lo deduce
y lo malcomprende
abajo también se madruga mañana
arriba el perro se retuerce en su pelaje
si pudiera sería su dueño
el dueño de su pelaje por un instante
pero es un perro apenas
que ladra
afuera
habrá otros perros cantando, con menos aires
de revolución canaria
de revolución canina
y está tan sólo que no se encuentra
ya llegará un día la última vuelta
ya descansará un día de últimas
hoy ladra afuera
yo lo oigo
voy le digo
yo lo oigo perro
se puede callar

me dice yo ladro
le digo usted no es el único que ladra
ay de ti


este perro de a ratos gravita
sin peso por las paredes
que lo aperran
pero más que todo lo hace mirando para afuera
un día vio una de su especie
se hicieron señas de perros a lo lejos
y no fueron más
que señas de lejos

hay un perro que ladra
afuera
a no mucho de aquí
a alguien le andará faltando


ay de ti, pavlov