domingo, diciembre 4

soles

desde allá, desde el horizonte que aún duerme
viene rodando el sol, apenas y en silencio
tibio sol, baño de luz, mundo del mundo
en silencio viene el sol
como atardecer mudo
del invierno que se va yendo

venidas

venís,
¿voy?
vení,

te espero

pieles

busqué en los poros de lo infinito
en cada lunar del cielo
miré por el espacio que queda
entre la piel y el frío de los cometas
lo que gira en las órbitas, lo que flota en la nada
las galaxias, los lunares, los planetas
y la esencia misma de lo que estamos hecho
esa materia invisible que nos hace seres sin cuerpo
seres viajando, seres sin tiempo
busqué entre los años luz y las estrellas oscuras
pregunté dónde termina el universo
me contestó el eco del sol que no lo aburra,
que no sabe, que no importa, que no insista
si total hay un misterio para cada
ojo sonrisa corazón célula sueño gesto lunar

para cada

pensamiento

jueves, agosto 25

rinconeando

los animales quietos andan por las paredes
en silencio, ocupando los rincones esperan
los hermanos del afiebrado que descansa adentro
pasillos decorados con inertes figuras
cromáticos detalles que ninguna luz ilumina
a esta hora duermen las cañerías y los pasadizos
el hospital bosteza y deja entrar a la noche fría
por las ventanas, además están los chifletes de la salud pública
el teléfono hace su intento por chillar, lo sé, lo intuyo
de un momento a otro me llamarán, paseo, voy, vengo
me aturde ese sonido ensordecedor de las radios de medianoche
el monitor de la terapia con la alarma puesta en tinelli
tengo un diagnóstico de muerte para dar pero
nadie quiere oirlo, voy a tener que esconderme
con mi disfraz de superhéroe viral, en un rincón
del pasillo, del hospital, de la noche

viernes, agosto 19

llegado

acabo de llegar
si yo era de ahí, del mundo de los caminos
los caminos pisados por los caminantes
que van y vienen, se dicen cosas
pero no se escuchan
van rápido, van y vienen
se miran al paso pero nunca se ven
si yo vengo de ahí
lo conozco, sé cómo es
pero ahora estoy acá y no entiendo
vibro como un gusano en el peor terremoto
vibro como el fuego y la madera que se quema
vibro

miércoles, agosto 17

avenida de Marzo

apenas cuatro meses de aquel bar

el baño vacío de turistas

el baño lleno de tristezas

de olores, de tiempo

magia de lo urbano, truco del encierro

una librería entre tantas,

los piletones de libros flotando

las postales disimuladas, si total, siempre son las mismas

las miro de refilón,
y cómo será que todas las ciudades alguna vez fueron mías.

Corro urgido con los últimos instantes del algodón blanco,

confundo las calles, como un turista en singapur

miro los carteles art decó y al final me desnudo

como en trance quedo

tengo cuerpo de peatón

al fin.

La calle es mi casa

y los bares son mi baño

vuelvo a la librería, miro en la batea

los libros duermen con la calma de quienes saben

que un día serán leídos

yo pido un café a la carrera con la intriga

de saber si un día seré perdonado

apenas cuatro meses y miráme.

ni un poro de aquella piel que tuve

cómo se llamaba el bar?

cómo hacía para mirarme en el espejo?

me reconocía, me preguntaba, me contestaba

hasta me convencía de las respuestas.

Sentado sobre ese cerámico curvo me ungí y bauticé el instante

ha venido de marzo, me pareció un recurso excesivo pero qué importa

si apenas es un bautismo.

Al final

estoy lleno de rituales, prácticas, ceremonias

que sólo confieso a la poesía

cuatro meses

y aún recuerdo lo tímido que le hablé al mostrador

como si tal cosa me contestó, veinte pesos, para regalo?

sí, envolvémelo para mí.

sentado en el baño, pasa el tiempo

sentado en el baño, pasan las hojas

en la másmedula me gritó Oliverio,

y su voz retumbó en el bar y sus borrachos despertaron de la siesta de mediamañana;

por fin alguien me entiende, pensé

marqué la página con el lápiz de respuesto

(¿viste para qué sirve tener lápices de respuesto?)

el poema hablaba del destino, como mi vida, como ese instante

de mi vida.

pálido por la poesía o por la escatología ciudadana, qué más da

salí corriendo como

quien nunca encontró la razón

de un otoño de una ciudad que alguna vez tuvo.

Dejé que el café se enfríe como señal de mi paso por la ciudad.

Los mozos ya sabían, los mozos también escriben poesía.

ya pasaron cuatro meses

los recuerdos vienen por la ventana

los miro caer, blancos de tanto invierno.

viernes, agosto 12

año 200

todas formas para decir lo mismo
un túnel, cualquier forma de pasadizo
allá la vida que enciende las palabras
acá, los sonidos, apenas
el intento por señalar el camino tubular
formas para decir los mismo o
formas para no decir nada
a fin de cuentas
mis manos tanto han sido las manos de las palabras marioneta
mis manos, sombras chinas sobre el altillo
viene esa luz
viene esa
viene
pero
no me encandila
acá los sonidos, le digo
no encandila, no dice nada y viene.

jueves, junio 9

casi

partir, parir
ir, llegar

sábado, mayo 21

sleeping lessons

me quema, me quema el aire,
las sonrisas de los cantantes
el color que se vuelve púrpura
oler de tan cerca el vidrio
la música, me quema la música
ni que lo digas
freno, suspiro y sigo

bailar, gritarle a los dos ambientes me quema
subir y bajar la escaleras
cantar, provocar a Florencio
perseguirlo y no alcanzarlo
roca, piquetes, desvíos, nafta
paro de estatales
seguir a oscuras, avanzar con dudas
las curvas, la falta de carteles
manzanas en las banquinas hasta
que por fin la llegada:
carteles de bienvenida, mariposas y crías
razones para una poesía incendiada

me quema y más me quema mirar al oeste
lo blanco que se refleja en lo blanco
como una luna, como un misal, como la esclera
la máscara de leche que recubre mi pupila
que mira, descubre y toma nota
que constata, controla y conjetura
ahí veo:
picos nevados, colores pintados
los parlantes chillan desafinados
la sorpresa del que vuelve a su cama
y encuentra todo como estaba antes,
el barrio chino y el desorden adorable
el agua que corre, la ducha,
la lucha de saber que se avanza
ser muchos, ser punta de lanza,
el palo santo, el mientrastanto,
la ruta de ida y vuelta
las reflexiones del valle encantado
y a fin de cuentas
la conclusión aritmética, poética, numérica,
este atardecer y esta canción duran lo mismo
cinco treinta y tres, dígalo,
lo digo,
más fuerte,
ASÍ?

sí,
así mi amigo, no se preocupe, usté está sano
y no
no se va a morir hoy pero sí un día

la poesía, la risa, la vida
todo termina, como es el caso de este
atardecer para gente atenta
ya puede ponerse la camisa, la boina y la campera
pero no se le olvide nunca
la nieve, lo púrpura, la tarde, los parlantes
de esta poesía, el sonido desafiante,
ahora, después y antes
ya va a ver
todo le quema

viernes, mayo 13

el videoclip

en las curvas andan los autos
en los autos, las sonrisas

la sonrisa es la vida
la mueca que sostiene
la alegría, la tristeza a veces
pero más que nada

la alegría
la curva, la recta,
o cualquier otro capricho de la
que se nos antoje de la

geometría

poesía para el bosque que duerme

escribo para los duendes del bosque
que no saben leer
ni adoran la poesía

que cuchichean como cochinos
cual zánganos zarandean
pero escribo para ellos

no me preocupo por lo que les digo
ni lo que les dejo de decir
total sólo palabrotas alborotadas brotan

de mi boca
las sigo, las limo, las digo sin pensar
me salen mareadas mordidas molidas

con gusto a salvia, menta y cardamomo
tartamudas, corajudas, trotamundas
perplejas, complejas, parapéticas

hartas de salir de mi boca, allá van
cartas, oraciones, canciones,
dolores de muela

palabras para duendes
enroque de sintagmas
poesía para el bosque que descansa, que duerme

canción silencio

ya está, pude volver a casa,
conocí la canción silencio

no tiene letra, ni música
ni pájaros mareados
no está hecha de melodías de pinos
ni muecas, ni ecos
se canta, así sin nada
empieza y termina en


silencio

es y no es,
son y no son,
los miro,

sonríen como quienes
entonan un himno de despedida
vaya a saber
qué se quedaron tarareando
en esa habitación
en penumbras

los miro,
aprendo su canción silencio
aunque no los oigo,
estoy de este lado del vidrio


a veces música, es un instante.

miércoles, abril 27

yellow, como el color

son

como ideas pequeñas que me vienen
que se me aparecen de repente
sin anuncio, entre los dedos.

yellow,

los vecinos saltan los charcos
la ruta va quedando más lejos

yellow, como

la lluvia se hace monótona, no cede
además, por qué habría de hacerlo

yellow, como el

a lo lejos hay montañas, o había
las nubes son como la imaginación
están ahí, y todo puede estar detrás de ellas

son yellow, como el color

sábado, abril 23

discrepancias con un gran pintor

van gogh y yo en algo nos parecemos;
a ambos nos gusta el naranja
el de las puestas de sol, los recuerdos y los pantalones
coincidimos en la textura de los detalles
entristecemos algunas tardes,
estamos rodeados de viento, frío y musical
tenemos ciertos aforismos sobre mujeres
pero no mucho más;
de hecho, yo aún estoy vivo

sábado, abril 9

habitación 44

estoy afuera
mirando
por la ventana a una chica muriendo

en unos minutos se habrá ido para siempre

quién sabe quizás quede en el recuerdo de unos pocos

mientras los guardapolvos corren patinan por el pasillo

y qué rápido lo hacen a una velocidad suficiente

para no poder detenerse nuncajamás ni en cinco lunes

estoy afuera de la habitación pero

adentro está esa madre esa mujer que llorará por siempre al ver una ventana

la madre y sus últimas palabras

desesperadas desoídos desteñidas desparramadas entre las sábanas blancas blancas como los guardapolvos blancos

blancas como la mismísima tristeza partida comienzo final

maldito y biendito misterio de siempre

las miro las espío paradas con mi aliento empaño el vidrio y mi corazón

están cerca la una de la otra

están lejos de casa

por qué?

para qué?

quién sabe.

las mismas preguntas de siempre

el pasillo ahora descansa

los guardapolvos se han abocado a otras tareas

algo se refleja en la ventana de la habitación 44

dos figuras llorando

sábado, febrero 26

ventanales

el mundo tiene sus mil ventanas abiertas
en todas
la tarde está llena de sol

domingo, febrero 13

yo mismo

ya no tengo tanta paciencia,
en lugar de eso tengo dos manos llenas de dedos
y en cada dedo guardo mil poemas,
enroscado, como un abrazo de diminutas proporciones,
con forma de anillo de pasto,
llevo un trofeo de metal y bajorrelieve,
en el extremo, saltando como un clavadista
está la uña malformada, su antigua crónica de la puerta cerrada;
está deforme la pobre, pero más prolija que antes,

¿será mi vejez inoportuna?
¿o serán las horas de sueño robadas por las altas temperaturas?,
las miradas de las mil madres tristres,
el destino en manos del sarampión,
o mi misma razón de querer ser distinto en algo
a aquél de quien hablo siempre:
el de las madrugadas entre libros,
el de los periscopios de viernes santo,
el de las listas de proyectos,
al final, el yo mismo de siempre.

incendios forestales

ya sé de dónde viene el humo,
y aunque no sepa me lo imagino
de aquellos pueblos vacíos,
de aquellos pueblos abandonados
por eso, nadie grita.

son mis bosques.
los vírgenes.
los bosques vírgenes de siempre.

sábado, enero 29

retórica

me pasa a veces
que dialogo con la poesía
salvo hoy que le digo esto, aquello
y ni ahí me contesta

lunático

mientras veo la tarde ridícula y parsimoniosa en su partida
al fin admito que no siempre podré conmigo,
al balcón me asomo y desde el balcón (otro pero un poco el mismo)
noto que
un hombre me espía,
me controla en cada respiración, me agobia con su exactitud
parece algo sigiloso en sus mañas, pero calladito como un amanecer de sepsis
giro súbitamente, paranoico, y el mengano no va que me copia
me enfurezco como parte de un reflejo aprendido,
apenas algunos (los que me conocen de antaño)
podrían notar mi mueca de furia,
es falsa, pero en este mundo a quién le importa,
cambio de posición, el precipicio me advierte
que será un primer piso pero puede ser el último,
me lo dice con el viento, que sopla
pero nunca inspira
y en eso,
me da por pensar la estrategia con la que voy a sorprenderlo
ya sé,
voy a mirar el reflejo de la luna
y si media luna da en el centro de su pupila
y la otra media da en la mía
tendré que atacarlo, como sea, a la fuerza
y ya es de noche
y la tarde, o el viento, o el silencio sobra,
algo sobra,
me hago un ovillo,
me quedo sin palabras,
me quemo las yemas por el mal armado,
me siento a esperar contra el vidrio;
si total hoy es luna nueva

viernes, enero 14

blancas y redondas

se asoma
entre las ramas que dibuja el cielo
se asoma en silencio, aunque los perros
vieras cómo brilla como un foquito incandescente
a veces pienso en las luces de aquellas veredas
en los transeúntes que se trastabillan, vos me entendés
es que mirá cómo se asoma
ahí, la ves?
es imprecisa en los bordes y en su brillo
pero no hay geomtería que explique
los triángulos geológicos
ni los cuartos crecientes a punto de parir
esta noche sureña

sábado, enero 8

pañuelos

me traje las pecas, las muecas
cada lunar de cinco puntas
en cajas, ordenadamente vinieron mis gestos
mis reflexiones urbanas acerca de las distancias
pero más que todo me acompañaron estos ojos
mis cerraduras oxidadas en cada mirada
las antiguas y las modernas
las de ayer y las de mañana
tantas cosas al final se decidieron a viajar
que entre los abrigos de colores se mezclaron
algunos recuerdos de último momento

atención, el balcón da a un río
pero ése, al final, se quedó moviendo los pañuelos.

ovo

soy un huevo,
con mi cáscara y mi contenido invisible al mundo
soy un huevo,
el tiempo me sabe empollar
me espera, me da esta forma
ovoidea
mi cáscara, tan adelgazada y blanca
sin embargo, según cómo me agarren me vuelvo débil,
no hagas así, con cuidado
y si me rompo?

soy un huevo como cualquier otro
tengo la yema cuajada, intranquila y alérgica
tengo la claraoscura pensante, al galope de mis pensamientos batidos

estoy frito,
estoy pasado por agua, viento y frío
estoy a la espera

de ser partido.


soy un huevo,
por eso no tengo equilibrio
soy un huevo,
por eso no tengo vértices ni filo

soy estándar,
viajo en una cama de cartón
soy como un apóstol,
me cuentan de a doce aunque


insisto,
soy un huevo y
estoy a la espera
de ser

partido.