viernes, julio 31

soy un poema

soy un poema de palabras trabadas
un poema que cuesta tanto escribir como ser leído
un poema inútil, caprichoso, desorganizado
un poema sinsentido

por eso cuando hablo prefiero hacerlo rápido,
para que casi noseentienda lo que digo y

ni bien me animo y me escribo
las palabras más bonitas se me escapan de los dedos,
saltan al vacío, como ideas escurridizas
y cuando me quiero disfrazar
con el lenguaje más hermoso del mundo
voy, busco una palabra mágica más abajo,
llego hasta un punto y una coma;
pero no la encuentro, de nuevo se ha ido.

y no me digas, ay-cómo-te-entiendo
porque me grafico un sonrisa
de
sólo
pensar
que alguien con tus ojos
alguna vez pueda comprenderme un poquito

y así,
queriéndome disfrazar de poema serio
descubrí que todo, todo, todo
puede ser dicho
de cualquier, cualquier, cualquier
manera para que alguien
termine siempre, siempre, siempre
creyendo entender algo

ahora me decís, ah, ya sé
pero no, no entendés

quizás.
algo, un punto.
algo. una coma,
y eso es casi nada

y no me faltará un lector presumido
que por querer ignorarme me termine desnudando
letra a letra, palabra a palabra
y a fin de cuentas no hará más que justificar mi existencia
por el sólo hecho de haberme perseguido hasta acá,
hasta esta palabra:
la palabra anzuelo


¿tus ojos se cansan al leerme?
entonces te voy a devolver al río donde no viven las poesías
para que flotes un rato
y luego te hundas

(a veces pienso que
me gustaría ser el poema que nadie puede leer
o ser aquél que sólo se puede leer a oscuras)

también puedo
salir con cualquier capricho poético,
volverme canilla y dejar gotear colores:
naranja
celeste
pero atención,

otras veces prefiero convertirme en un
vení, leeme
vengan, lean
o ser el poema más recordado del mundo

pero ante todo soy el poema donde
las alma no cambian
las mirada no ven
las palabra nunca dicen nada

nací con el sueño de alguna vez ser poesía
y al final soy una montón de palabras
asustadas como el primer día de clases,
formando filas,
formando estrofas

y a pesar de todo
ahora, ahora mismo,
hay dos ojos que me están leyendo,
¿los míos?
sí, los tuyos, te contesto.

porque sin tus ojos no existirían
ni mis letras, ni mis palabras
ni las rimas que alguna vez tuve

entonces quizás sea una poesía
microscópica y dormida;
amanezco sólo cuando alguien me mira

como sea,
sigo escribiendo con el azar del viento,
aprovecho la palabras que se le caen a los poetas
las junto del piso;
soy una poesía reciclada

y al final
soy mi última coma, mi último punto.
y al final, termino

lunes, julio 20

confesión con medias rojas

soltó palabras
dejó que se fueran
como cada año el otoño lo hace con las hojas
dejó que cayeran, que flamearan a su antojo
y resultó que la calle se fue tapando con hojas
secas

sopló verborragia,
ese viento de lo sincero hasta que
un recuerdo imprevisto, y además de hojas,
dejó caer una lágrima hasta el piso
y otra y el piso se cubrió de lágrimas
húmedas

la gota
trepó
lenta,

en silencio, como una mínima razón
por entre los zapatos y las medias rojas
llegó hasta las manos que saben escribir
los cuentos y los poemas entonces
soltó otras palabras

martes, julio 14

paradojal

frenarse
detener el tiempo
y verlo pasar

domingo, julio 5

razones para escribir un domingo

siempre tengo razones para escribir un domingo
el fuego que me sale de las uñas
las lunas blancas, las lunas rojas
o tal vez la necesidad de buscarle un color a la luna
los pies abrigados, los tobillos desnudos
el monólogo redundante del invierno, el frío

y a fin de cuentas me viene como esa
necesidad urgente de escribir un domingo
de ponerme a pensar si el mundo gira siempre
o gira sólo cuando yo lo miro
se me caen las razones de los bolsillos
sonámbulas histéricas antiguas
descompaginadas hoscas caprichosas
rígidas genuinas transparentes
malaprendidas persuasivas insurgentes
es que los cierres
es que los bolsillos
atrás quedó la época de las poesías rígidas
la desnudez de los tobillos
mi redundancia poética se parece
a la insistencia asimétrica del frío

los motivos cuelgan de las ventanas
¿los ves? son tantos, algunos escapan al patio
las baldosas cuadradas
los edificios desteñidos
el barrio de las costumbres rígidas
el barrio de los caprichos, las consignas, los ritos
igual, las razones para escribir
al final son tantas, tantas, tantas
¿las ves?

viernes, julio 3

¿tarde?

es que prefiero no empezar la tarde,
quedarme goteando el mediodía
como una canilla abierta de nostalgia
pensativo, girando sobre mi sombra
como un perro en su epílogo de vigilia
atendiendo al reloj que me ofrece
futuro, movimiento y avance,
a veces prefiero
los cinco estantes silentes
su policrómico capricho
y sus libros, ese dominó a medio hacer