esa planta que tanto queremos se enrosca
como mi mente
pero cómo será que a ella la riego con agua
y a mi mente con vino, pensamientos partidos
y broncas de antaño
así nada podrá crecer, le pregunto al agrónomo
pero no me contesta
él que me habla de trompos
de giros impensados
las plantas
que al final
son como la mente
como la mente que si se riega
con el agua equivocada
también se brota
aunque hablar de un brote,
hablando de mente
es hablar de locura
que pierde el equilibrio
que pierde el horizonte
y a veces se marea,
y marearse ya no es un juego
por qué será que cuando la locura abre los cajones
siempre encuentra el cuchillo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario