a veces me pasa
que los mapas están en mi escala adecuada
que los jazmines entran por mi ventana aunque esté cerrada
que los diccionarios no me son necesarios
que me paran y me preguntan por una calle que sé de memoria
que estreno un color de remera por primera vez
que el día me cabe en un bolso de mano
que vengo que voy que subo que bajo
que sé lo que me dicen cuando me dicen que no dicen nada
que pierdo de vista el planeta donde nací
que con tres letras escribo la palabra amor
que ese alguien a media mañana me devuelve una mitad que me faltaba
que decido no escuchar música cuando camino si total
yo sé cantar y además
la calle está llena de sol
viernes, octubre 31
miércoles, octubre 29
fotosíntesis
tengo una planta
sobre una mesa de madera,
anoche antes de irme a dormir
y respondiendo a la última sed del martes
fui a la heladera y a mitad de camino
me detuve, la miré
y de tanto mirarla
la vi
muy poco verde
muy poco erguida
casi muerta
y por empatía vegetal o no sé
le compartí un poco de mi agua,
amanecí y descubrí que hoy
estamos
muy verdes
muy erguidos
muy vivos
sobre una mesa de madera,
anoche antes de irme a dormir
y respondiendo a la última sed del martes
fui a la heladera y a mitad de camino
me detuve, la miré
y de tanto mirarla
la vi
muy poco verde
muy poco erguida
casi muerta
y por empatía vegetal o no sé
le compartí un poco de mi agua,
amanecí y descubrí que hoy
estamos
muy verdes
muy erguidos
muy vivos
domingo, octubre 26
(estos tiempos)
con tanto miedo
andan
estos tiempos
de mostrarse
así como son o
de asumirse no sé
que mirá
dónde se fueron
a esconder
andan
estos tiempos
de mostrarse
así como son o
de asumirse no sé
que mirá
dónde se fueron
a esconder
lunes, octubre 20
baila
me pregunto quién será esa mujer que gira
que la gente mira y remira
y mientras pasa el viento,
el viento la mueve
además, ella baila para las flores
aunque las flores estén mojadas y quietas
que la gente mira y remira
y mientras pasa el viento,
el viento la mueve
además, ella baila para las flores
aunque las flores estén mojadas y quietas
domingo, octubre 19
aromáticos
entonces vienen y te dicen
vos pensaste alguna vez en jazmines?
y te das vuelta y no hay nadie
vos pensaste alguna vez en jazmines?
y te das vuelta y no hay nadie
miércoles, octubre 15
lunes, octubre 13
aladamente
mi mente
o esa rana saltarina que tengo entre las orejas
es raptada por imágenes sin alas
o sea
piensa
en piedras transparentes
en sonrisas rojas de mimos
en un café servido y el otro que sea con leche
en un libro tan pesado que se me cae de las manos
o esa rana saltarina que tengo entre las orejas
es raptada por imágenes sin alas
o sea
piensa
en piedras transparentes
en sonrisas rojas de mimos
en un café servido y el otro que sea con leche
en un libro tan pesado que se me cae de las manos
martes, octubre 7
informes
como cuando desorientado
me pierdo en un planeta
muy parecido a éste
y camino hasta un mostrador
me encuentro con un tipo
muy parecido a mí
¿usted no sabe quién de los dos está perdido?
pero yo ya sé la respuesta
y él no tiene ganas de responder
me pierdo en un planeta
muy parecido a éste
y camino hasta un mostrador
me encuentro con un tipo
muy parecido a mí
¿usted no sabe quién de los dos está perdido?
pero yo ya sé la respuesta
y él no tiene ganas de responder
domingo, octubre 5
efímeras mañanitas de domingo
a veces me hago un poco el desatento
sólo para permitir que algo me suceda como casual,
para que media inocente la media mañana
me pida que le convide de mi café con leche,
o no sé, o quizás sea esa certeza
de saber que todo muy lindo,
pero después, al mediodía,
por más sol gigante que ahora esté brillando
quizás llueva y se moje todo, mucho,
ay, pero aún tengo la ilusión infantil
de que este momento,
esta excepción del domingo se atore, o no sé,
que se le atolondre ese mecanismo
inexorable de abandonarme una y cada vez,
para entonces dejarme a disposición de un mediodía
curioso, enfermo de hambre y somnoliento
y escuchar cómo se anuncia,
soy un puente para tus sensaciones, vení, cruzame,
y al final está la siesta con ese diagnóstico demoledor de vacío,
y la noticia indigerible de que todo haya sido
sólo un paseo onírico del que ya no me voy a poder levantar,
mis sueños tirados entre las cosas de la mochila,
desparramados a lo ancho y largo del living,
y luego, el edema de la media tarde, la sed atrasada,
el intento débil por buscar al culpable de esto,
al que impunemente deshizo mi voluntad y mi cama,
tengo guardada la esperanza de que alguien,
al menos alguien, me invite a su terraza de perros nocturnos,
ya sé que se hizo tarde para cualquier aventura
pero aún así voy a hacer mi intento por escapar dirección parque,
y entonces, detrás del portazo de mi puerta dé,
voy a dejar este poema escribiéndose solito
con la inercia tan típica
que regala una tarde, súbita noche,
de un domingo del montón
sólo para permitir que algo me suceda como casual,
para que media inocente la media mañana
me pida que le convide de mi café con leche,
o no sé, o quizás sea esa certeza
de saber que todo muy lindo,
pero después, al mediodía,
por más sol gigante que ahora esté brillando
quizás llueva y se moje todo, mucho,
ay, pero aún tengo la ilusión infantil
de que este momento,
esta excepción del domingo se atore, o no sé,
que se le atolondre ese mecanismo
inexorable de abandonarme una y cada vez,
para entonces dejarme a disposición de un mediodía
curioso, enfermo de hambre y somnoliento
y escuchar cómo se anuncia,
soy un puente para tus sensaciones, vení, cruzame,
y al final está la siesta con ese diagnóstico demoledor de vacío,
y la noticia indigerible de que todo haya sido
sólo un paseo onírico del que ya no me voy a poder levantar,
mis sueños tirados entre las cosas de la mochila,
desparramados a lo ancho y largo del living,
y luego, el edema de la media tarde, la sed atrasada,
el intento débil por buscar al culpable de esto,
al que impunemente deshizo mi voluntad y mi cama,
tengo guardada la esperanza de que alguien,
al menos alguien, me invite a su terraza de perros nocturnos,
ya sé que se hizo tarde para cualquier aventura
pero aún así voy a hacer mi intento por escapar dirección parque,
y entonces, detrás del portazo de mi puerta dé,
voy a dejar este poema escribiéndose solito
con la inercia tan típica
que regala una tarde, súbita noche,
de un domingo del montón
sábado, octubre 4
dale, dale
hay momentos del día
que tienen esa curiosa costumbre
de atolondrarse, de suceder
apurados como cuando el sol dice
dale, asomate un segundo,
dale, que me voy del todo,
entonces me pasa que cumplo,
y de par en par abro
párpados y ventanas
que tienen esa curiosa costumbre
de atolondrarse, de suceder
apurados como cuando el sol dice
dale, asomate un segundo,
dale, que me voy del todo,
entonces me pasa que cumplo,
y de par en par abro
párpados y ventanas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)