cae la lluvia,
del cielo llegó hasta el piso
metió el tobillo en un charco
(yo revivo lo húmedo siempre que acierto un tiro),
un paso de baile de lo corriente, lo bendito y mineral
y respiran tus pulmones lo que puede del vapor de los sures
y el líquido se bebe, torpe
de la saliva, y mis dedos varas te salpican
y este ritual de lo acuático
hereje, el norte
nos invita
nos insume
nos toleraría sino fuera porque
algo se ha mojado y se pasea alrededor
de súbito, fresca, la noche gotea
una alcantarilla avanza,
y dos cuadras se pateaban con los empeines supersensitivos
llega desde mis rodillas un río de bocas gigantes y rojas,
y pienso que,
y a veces pienso cada cosa,
debe haber explotado
un temporal afuera
porque
mi cama
está llena
de
agua
No hay comentarios:
Publicar un comentario