labios rojos hechos cualquier a la medida de
mi boca poema bien sabés que de a ratos
te se contemplo un poco desorientado
como quien puede mira con dos neptunos ebrios
esconder hasta dormido tarareo
tu nombre en creo que te voy
a extrañar tanto cualquier que
prefiero que lugar te vayas de una vez
miércoles, marzo 31
lunes, marzo 29
melodías del tiempo
hace siglos
un joven músico escribió un soneto
que luego un anónimo señor
con dedos de artesanía
compactó en una caja
entonces un anciano después
con acuarelas primarias
la pintó lado y lado para que
una mujer rítmica altruista
presione ahora ese botón púrpura oval
y logre que este niño con cara de adulto
(un poco por las luces que centellean
un poco por las melodías del tiempo)
de a ratos se olvide de llorar
un joven músico escribió un soneto
que luego un anónimo señor
con dedos de artesanía
compactó en una caja
entonces un anciano después
con acuarelas primarias
la pintó lado y lado para que
una mujer rítmica altruista
presione ahora ese botón púrpura oval
y logre que este niño con cara de adulto
(un poco por las luces que centellean
un poco por las melodías del tiempo)
de a ratos se olvide de llorar
cuentacuentos
por acá aún se escucha esa historia
de aquella madre equilibrista
con su disfraz de mujer sobre huesos de niña
de su pequeña criatura, de la biología de lo imprevisto
de ese algo que la volvió centaura
mitad sonrisa, mitad lágrima
de que mucho, mucho antes le habían prestado
una ilusión y que al final uno jamás sabe
si es el viento o el descuido de las nubes
quien la arranca de entre las manos
y por qué si es tan pequeño
fue aprendiendo a hablarle con las caricias
y por qué si es tan mío
palabra a palabrita, a dialogar con sus silencios
con el tiempo moldeó como arcilla su instinto de madre
y al final cambió los sonajeros por jarabes
y le leyó tantos cuentos que él aprendió que siempre había
un instante donde ella se distraía,
un instante donde se dejaba atrapar por el cuento que contaba,
quién sabe si quizás imaginaría que las fábulas la devolverían
al mundo de las miradas de colores
y se cuenta también que un mediodía él tuvo que esperar hasta
ese momento donde ella siempre miraba para otro lado
y al final partió, se fue calladito
con cuidado de no borrarle la sonrisa
con la que tan enternecidamente
le estaba contando
el último
cuento
de aquella madre equilibrista
con su disfraz de mujer sobre huesos de niña
de su pequeña criatura, de la biología de lo imprevisto
de ese algo que la volvió centaura
mitad sonrisa, mitad lágrima
de que mucho, mucho antes le habían prestado
una ilusión y que al final uno jamás sabe
si es el viento o el descuido de las nubes
quien la arranca de entre las manos
y por qué si es tan pequeño
fue aprendiendo a hablarle con las caricias
y por qué si es tan mío
palabra a palabrita, a dialogar con sus silencios
con el tiempo moldeó como arcilla su instinto de madre
y al final cambió los sonajeros por jarabes
y le leyó tantos cuentos que él aprendió que siempre había
un instante donde ella se distraía,
un instante donde se dejaba atrapar por el cuento que contaba,
quién sabe si quizás imaginaría que las fábulas la devolverían
al mundo de las miradas de colores
y se cuenta también que un mediodía él tuvo que esperar hasta
ese momento donde ella siempre miraba para otro lado
y al final partió, se fue calladito
con cuidado de no borrarle la sonrisa
con la que tan enternecidamente
le estaba contando
el último
cuento
viernes, marzo 26
local hero
las palomas ya volaron
y aunque aún no hayan crecido del todo
sus plumas su miedo a saltar al vacío
el frío que pasaron aquel invierno
todo todo quedó atrás
como atrás también quedó otro jueves
noche infinita de mil sonidos
y gracias que ahora ya es viernes
con este sol fresquito colgando de los árboles después
más tarde festejaremos aniversarios de la antigua china pero
ahora me recibe el silencio estéril de los consultorios
le abro puertas y ventanas le canto y le ofrezco música
me mira y se sorprende de que le haya elegido
esta antigua canción de mi infancia como apertura
le convido mate recién preparado no gracias
dice que no quiere que todavía es muy temprano
para quemarse la lengua aunque quizás más tarde no sé
y aunque aún no hayan crecido del todo
sus plumas su miedo a saltar al vacío
el frío que pasaron aquel invierno
todo todo quedó atrás
como atrás también quedó otro jueves
noche infinita de mil sonidos
y gracias que ahora ya es viernes
con este sol fresquito colgando de los árboles después
más tarde festejaremos aniversarios de la antigua china pero
ahora me recibe el silencio estéril de los consultorios
le abro puertas y ventanas le canto y le ofrezco música
me mira y se sorprende de que le haya elegido
esta antigua canción de mi infancia como apertura
le convido mate recién preparado no gracias
dice que no quiere que todavía es muy temprano
para quemarse la lengua aunque quizás más tarde no sé
domingo, marzo 21
funk de Martín
(necesito moverme
la gente me mira y
el pasamanos me sostiene)
acaso el único motivo
para no dar rienda
a esta danza
contempo-subterránea
sea la pena que me dará
cuando aquella señora me diga
no, jovencito,
si bailo con usté
se me va a terminar de correr
mi maquillaje tan
art decó
la gente me mira y
el pasamanos me sostiene)
acaso el único motivo
para no dar rienda
a esta danza
contempo-subterránea
sea la pena que me dará
cuando aquella señora me diga
no, jovencito,
si bailo con usté
se me va a terminar de correr
mi maquillaje tan
art decó
re dun dan cias
de lo profundo del mundo subterráneo
emerjo, a este otro mundo, que al final,
no es ni apenas tan distinto
serán los enjambres con corbatas,
las ruedas con tracción a sangre,
las grúas creciendo como púberes
o las patinetas y el óxido
que les traba las ruedas,
todo se contamina por
el humo y los humores
de los transeúntes acelerados
rojo, amarillo y el verde se marchita
yo sin querer me desoriento,
buscando el bajo, camino y me dentengo
giro como un trompo a rayas
el este, el río, el sol detrás mío
trato de ordenar los carteles mientras los miro
9 de julio e independencia,
qué esquina redundante
sonrío, rápido que te pisan, dale
me digo y cruzo dirección alem
emerjo, a este otro mundo, que al final,
no es ni apenas tan distinto
serán los enjambres con corbatas,
las ruedas con tracción a sangre,
las grúas creciendo como púberes
o las patinetas y el óxido
que les traba las ruedas,
todo se contamina por
el humo y los humores
de los transeúntes acelerados
rojo, amarillo y el verde se marchita
yo sin querer me desoriento,
buscando el bajo, camino y me dentengo
giro como un trompo a rayas
el este, el río, el sol detrás mío
trato de ordenar los carteles mientras los miro
9 de julio e independencia,
qué esquina redundante
sonrío, rápido que te pisan, dale
me digo y cruzo dirección alem
sábado, marzo 6
reggae en Córdoba
entre las cápsulas multicolores
los árboles respiran como pueden
en esta ciudad alérgica
a tanto ciudadano
hay como cien calores al mismo tiempo
pero también hay
sonidos a contratiempo
olores a contraviento
y como si
tanta falta hiciera
está el gran monstruo cívico
con sus hectopascales y su mística
al menos del semáforo brota reggae como
por mil parlantes y su ritmo
me vuelve al final espectador sonriente
de esa
pobre señora que no sé si baila
o teme que el muñequito se vuelva rojo
de esa
jovencita con pollera flameante trompo naranja
que pedalea y juega a la vez a no caerse
y otro avance
minúsculo
insuficiente
tanto motor estancado a mitad de camino
entre las oficinas y los hogares
entre las amantes y las amadas
más reggae más volúmen y todo más ajeno
las cebras pálidas hierven paralelas
y más gritos más quejas y exabruptos
la ciudad aturdida hipoacúsica
y ante el impávido mediodía de un
martes del montón
miro los carteles con azulejos de colores
y pienso que aún faltan tres décadas para la vía
de juan b
justo cuando la barrera
como cayendo por su propio peso
me confirma
la mala decisión
de haber venido por Córdoba
los árboles respiran como pueden
en esta ciudad alérgica
a tanto ciudadano
hay como cien calores al mismo tiempo
pero también hay
sonidos a contratiempo
olores a contraviento
y como si
tanta falta hiciera
está el gran monstruo cívico
con sus hectopascales y su mística
al menos del semáforo brota reggae como
por mil parlantes y su ritmo
me vuelve al final espectador sonriente
de esa
pobre señora que no sé si baila
o teme que el muñequito se vuelva rojo
de esa
jovencita con pollera flameante trompo naranja
que pedalea y juega a la vez a no caerse
y otro avance
minúsculo
insuficiente
tanto motor estancado a mitad de camino
entre las oficinas y los hogares
entre las amantes y las amadas
más reggae más volúmen y todo más ajeno
las cebras pálidas hierven paralelas
y más gritos más quejas y exabruptos
la ciudad aturdida hipoacúsica
y ante el impávido mediodía de un
martes del montón
miro los carteles con azulejos de colores
y pienso que aún faltan tres décadas para la vía
de juan b
justo cuando la barrera
como cayendo por su propio peso
me confirma
la mala decisión
de haber venido por Córdoba
martes, marzo 2
h
me gusta ese instante
que se esconde entre
la micro inspiración
y el primer sonido de
la hache de tu hola
que se esconde entre
la micro inspiración
y el primer sonido de
la hache de tu hola
Suscribirse a:
Entradas (Atom)