no son tantos los big bangs,
al final es mucho menos, es
el ruido de los ojos cuando se cierran,
algún lamento fuera de estación
o una mesa redonda pintada de parientes
y la discusión de política que sucede
cada cien domingos,
ni son tantos los tic tacs, es
esta lluvia indecisa cuando cae de esa nube,
algún llamado con la voz renovada
o mi poesía tan emparentada con un ataque de tos
y las miradas cómplices de los enanos
1 comentario:
Excelentes cosas que te sobran, Azulejo.
Lo mejor es la métrica que usas. Cortada pero efectiva.
Seguiré leyéndote.
Saludos,
joaco.
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