sábado, diciembre 15

amaneciendo

su cara completa
queda en espera
puesto que todo
todo
es su sonrisa menguante
lleva un vestido
que azul en los hombros
celeste en su vientre
se decolara
y se desprende
capacapa
piel de la noche
hay pocos lunares blancos en tu cintura
para tantas piernas de ladrillos, ladrillos
donde descansan tus células inquietas
con luces pálidas
en los tobillos
minuto a minuto
luz a luz
irrumpen las aves polifónicas
propias de este instante
en el horizonte supuesto
me pisan
tus pies naranjas
tus pies amarillos

1 comentario:

malena dijo...

la descripción se iba deslizando con suavidad, hasta chocar con esas piernas de ladrillos.